sábado, 19 de febrero de 2011

WARRANTS

¿Qué son los warrants?

-        Un warrant es un instrumento financiero  que da derecho al comprador, pero no obligación, de comprar o vender un activo a un precio determinado en una fecha futura también determinada.
-        Los warrant se encuadran dentro de la categoría de las opciones, dentro de este mercado se diferencian de las opciones contratadas. Las diferencias básicas son las siguientes:
·        El plazo de vencimiento. Las opciones del Mercado tiene un plazo máximo de un año, mientras que los warrants pueden tener un plazo mayor.
·        Liquidez. Los warrants suelen gozar de mayor liquidez, puesto que las entidades emisoras se encargan de que esta exista. En las opciones negociadas, la liquidez depende del mercado.
-        En resumen: El warrant es como una apuesta. Tú apuestas un dinero (el precio del warrant) a que el precio del activo (activo subyacente) sobrepasa (warrant call) cierto valor límite (strike) antes de determinada fecha (fecha de vencimiento). O bien baja (para el caso de warrant put) de cierto valor límite (strike) antes de determinada fecha (fecha de vencimiento). Consecuentemente, según se aproxima la fecha de vencimiento pueden ocurrir dos cosas. Si la tendencia es buena, y el pronóstico parece cumplirse, esos billetes de lotería (warrants) son muy codiciados. Obviamente, en caso contrario, pierden valor. Ojo con llegar al vencimiento. Si ganas la apuesta, y el valor en cuestión sube del precio apostado (strike) te llevas para casa la diferencia entre el valor del subyacente y el valor strike, multiplicado por el número de warrants que poseas. Pero si la pierdas, quizá pierdas todo lo que invertiste y tengas que poner dinero encima.
Características
Para inversores particulares: los warrants son productos derivados diseñados para ellos. Ofrecen una sencilla forma de contratación.
Varios emisores y subyacentes: existen diversos emisores y una amplia variedad de subyacentes (acciones nacionales o extranjeras, índices, cestas, tipos de cambio, materias primas, etc..), por lo que el inversor a la hora de contratar podrá elegir emisor y subyacente. La competencia entre los emisores favorece al inversor
La liquidez en el mercado de warrants se encuentra garantizada puesto que existen creadores de mercado que suministran dicha liquidez
Apalancamiento: magnifican el movimiento del activo subyacente
Permiten posicionarse al alza y a la baja y obtener ganancias y/o pérdidas ilimitadas.
Tienen una vida limitada (entre 1 y 2 años)
(SACADO DE WIKIPWEDIA)


-        La verdad es que de esto de los Warrants no tenía ni idea, ni siquiera sabía que esta palabra existía. Pero habiendo leído lo arriba expuesto, creo haberlo entendido más o menos. Lo que más claro me ha quedado es que lo llamado “warrant” es parecido a una apuesta, en la que tu apuestas un dinero a ver si el valor del activo sube o baja en una fecha futura limitada. Si gano, me llevo la diferencia entre lo que ha subido o bajado el activo, y el precio anterior, multiplicado por el nº de apuestas (warrants) que hayas hecho. O sea,
(Precio nuevo-precio anterior) x nº de warrants= dinero que ganas o pierdes

-        Esta serie de “apuestas” tienen un riesgo enorme, ya que tú no sabes cuánto bajara o subirá el precio de ese activo, y por tanto puede provocar una pérdida o una ganancia sin límites. Por tanto, invertir en warrants no es tarea fácil, y debería ser usada sólo por inversores experimentados.

-        Lo que también he sacado en conclusión de invertir en warrants, es que es mejor vender antes de llegar al vencimiento, ya que la gente al ver que sube, te lo compran a precios bastante altos, y asi no te arriesgas a que al llegar al vencimiento, pierdas dinero. Como dice el dicho, “es mejor pájaro en mano que ciento volando”

martes, 1 de febrero de 2011

LA CRISIS DE LA DEUDA PÚBLICA

-        Quizás sea un tema un tanto polémico, sobre todo para ser el primer post que hago, pero es el tema que más me ha llamado la atención de los propuestos.
A día de hoy, la palabra “crisis” se escucha en todos los rincones de España, en boca de personas altas y bajas, de jefes y empleados, de ricos y pobres…
 Pero no saben decir en realidad en qué se basa exactamente esta crisis.
Aunque el tema a tratar sea solo la crisis de la deuda pública, hay que empezar por el principio.

-        En primer lugar, hay que decir que la famosa crisis, la cual nos hacen creer que les ha pillado por “sorpresa” era fácilmente previsible.

La economía española estaba, y sigue estando basada en la construcción. Hablando en plata, “toda España estaba en obras”. Es obvio que basar la economía de todo un país en la construcción es un error, ya que tarde o temprano, el suelo se acabará.
La vivienda cada vez estaba más cara, (de aquí el término “burbuja inmobiliaria”)  pero los sueldos de los españoles no subían al mismo ritmo que los precios. Esto debería provocar que la gente no se pueda comprar una casa, lo cual la demanda de la vivienda debería de bajar, y por tanto su precio debería adecuarse a la situación para poder vender, empezando por restar el abultado margen de beneficios que obtienen las constructoras y las inmobiliarias.
Pero la demanda de vivienda no bajaba ¿Por qué? Porque los bancos financiaban a todos los españoles, independientemente de su situación económica y laboral. Solo deberías presentarles un aval, es decir, algún bien tuyo o de tus familiares que pudiera servir como forma de pago, si tu no pudieras pagar al banco. Aparecieron unas hipotecas estratosféricas de 50 años, con intereses altísimos, pero medianamente asequibles para todos los españoles.
De este modo podías comprarte lo que quisieras, ya que el banco te iba a financiar sin poner pega.

Un ejemplo: Que yo recuerde, cuando era pequeño, el señor que tenía un BMW era un hombre de dinero, probablemente un ejecutivo de alguna gran empresa. Hoy en día, una gran parte de los BMW que ves, son conducidos por chavales, que seguramente acaban de conseguir un trabajo como repartidor de propaganda, o como mozo de almacén en algún supermercado.

Con esto quiero decir, que los españoles hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades, pagando cosas que en otra situación se nos haría impensable, y toda la culpa la tienen… ¡¡LOS BANCOS!!
Se han hecho ricos a nuestra costa, tanto si les pagáramos los préstamos, como si no. Si los pagas, pagas el altísimo interés que te pusieron, y que te van subiendo poco a poco, y si no los pagas, simplemente dejas en la calle a tus padres.

A causa de esto, la gente gastaba menos dinero, ya que lo ahorraba todo por si se quedaban sin trabajo, poder pagar al banco. Y menos gasto del consumidor, se resume en crisis general en todos los sectores, no sólo de la construcción.


Una parte de la población pierde el empleo, ya que el pequeño empresario (95% de las empresas españolas) no gana lo suficiente como para mantener a toda la plantilla, y los despedidos van al paro. La tasa del paro se dispara, el PIB de España baja considerablemente, y en conclusión, toda España entra en crisis.

Cuantos más parados, menos produce el país, y más dinero tiene que sacar de las arcas para pagar a todos los parados. Es decir, menos ingresos y más gastos. Por este motivo, el Estado tiene que autofinanciarse para no quedarse sin dinero. Lo puede hacer de varios motivos:
o   Poniendo nuevos impuestos
o   Emitiendo deuda publica
o   Subvenciones de la UE
o   Otros

-        No puede poner más impuestos, ya que la gente no tiene dinero para pagar los que ya tiene. Aun así, se ha subido el IVA al 18%, lo que aumentará los ingresos por parte del Estado.

-        Las subvenciones de la UE, tras la ampliación, han sido destinadas para los países recién incluidos, como Rumanía o Bulgaria.

-        En conclusión, sólo le queda emitir deuda pública para financiarse. Pero, ¿Qué es la deuda pública? La deuda pública es, en resumen, la deuda que el Estado adquiere, te la vende, y al tiempo te devuelven tu dinero con un interés, que es bajo, pero es bastante seguro para invertir. En conclusión, es como un préstamo que tú haces al país. Esta deuda la puede comprar todo el mundo, desde ciudadanos, hasta propios gobiernos del extranjero.

Entonces, ¿Cuál es el problema? El problema es que, debido a la alta tasa de paro de España, y a la delicada situación económica, el Estado ha tenido que emitir muchísima deuda pública, lo que ha desconcertado a los inversores. Debido a la crisis, los inversores han perdido su confianza en el mercado español, lo que provoca que lleven sus inversiones hacia otros mercados del extranjero. Por tanto, el Estado no obtiene casi ingresos, y cada vez tiene mayores gastos. Esto acentúa más aún la crisis de España, lo que provoca que el gobierno tenga que hacer reformas legislativas, como las aprobadas hace poco.

Con las reformas, el gobierno busca que las empresas contraten a más gente, abaratando los despidos, ayudando a las pequeñas empresas, aumentando la edad de jubilación… el objetivo es claro: tener al mayor número de gente ocupada posible, para que el PIB de España aumente, la tasa de paro disminuya, y en conclusión, que la confianza de los inversores en el mercado español aumente.
Este es el único modo de acabar con la crisis: trabajar todos, gastar el dinero ganado, y al ser posible, invertir en deuda pública. Así es como se completará el ciclo del dinero (el dinero está para gastarlo, no tiene otro uso) y la crisis desaparecerá.

Y la pregunta del millón es: ¿Cuándo se acabara esta situación de crisis?
La respuesta nadie la sabe: puede ser dentro de 2 años, dentro de 17 años, etc. Lo único que se puede decir, es que por lo menos estamos acercándonos al camino adecuado para resolverla, y esto es un gran avance.

Como cierre a este primer post, espero que la palabra crisis, cuyo significado griego era “cambio”, ejerza de verdad su significado, y que tanta desesperación que trae a todos nos sirva para poder cambiar la estructura de nuestra economía. Es decir, no fiarnos otra vez de los bienes a corto plazo que la construcción nos da, y por supuestísimo, saber y asimilar nuestras posibilidades económicas y no fiarse nada de los bancos. No olvidemos que un banco es un negocio, y que si te presta dinero, será a cambio de algo.
Invirtamos en desarrollo, en ciencia, en nuevas tecnologías, en energías renovables, en industria, etc. Y no en cosas que sean “Pan para hoy y hambre para mañana” porque si volvemos a hacerlo, volveremos a cometer los mismos errores del pasado, y la crisis se convertirá en algo periódico, que surgirá como una necesidad de la anticuada economía española.